jueves, 21 de agosto de 2014

Diario de Garfield : La cosa



Hubo un tiempo en el que por primera vez creí que sentía mariposas en el estómago , pero estaba equivocado , eran murciélagos sedientos de sangre lo que en mi interior se encontraba. Cuando la vi por primera vez , sentí cosas ¿Cuales? os preguntaréis la mayoría , o no , el caso es que ni yo sabía lo que era , así que busqué lo que me podría estar ocurriendo y en muchos sitios apareció la palabra "AMOR" , eso era imposible , después de dos horas y tres pastillas para la memoria , recordé que la lasaña del desayuno desprendía un juguillo verde muy asqueroso y que podía ser ese el motivo de mis pequeños amigos los murciélagos. Lo consulté con el imbécil y me dijo que lo que notaba en el interior eran mariposas porque había estado con Arlene , la gata mas "ligera de cascos" del barrio, él decía que era amor, así que yo y mi curiosidad nos fuimos a donde ella solía dormir la siesta y me llevé el susto de mi vida porque yo a ella la recordaba como Paris Hilton y allí se encontraba una Amy Winehouse en su época oscura , cuando me acerqué notaba como un terremoto en el estómago , como si de un peo atravesado se tratara . Al rato descubrí que amor no era , era más bien acidez de estómago , cuando más me acercaba más terremotos intestinales tenía , era como si en mi interior hubiese una turbina de avión y hubiese cerrado todas las salidas , como si el estómago se estuviese doblando como un calcetín ... Decidí irme a casa porque el dolor era inaguantable , pero de repente , algo estaba bajando por el conducto ordinario , algo de unas dimensiones extraordinarias , yo aceleré pero al mismo tiempo eso iba bajando. Solo cien metros antes de llegar a mi casa cuando salía despedido de mi ano un olorcillo muy asqueroso con sonido incluíído , era parecido a lo que ocurre con los volcanes , que primero sale el azufre u luego la lava con magma , yo ya me temía lo peor , aceleré como si detrás de mí se encontrara un tigre hambriento pero la catástrofe era inevitable , algo del tamaño de Brasil salió despedido a toda pastilla del ano y se estrelló contra el coche , recién lavado , de mi dueño. Si alguien se lo quiere imaginar , es como meter en un globo cien litros de natillas y pincharlo con una aguja PAM! pues eso es lo que ocurrió. He de admitir que después de expulsarlo me quedé en plan IT´S THE FINAL COUNTDOWN NINONINO. 

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